lunes, noviembre 5

LO QUE FALTABA


Algo  insólito. Las farmacias cerradas – ¿Por qué será? Algunos dicen que no le pagan lo que se les debe ─ ¿Es posible la incongruencia? Cuando el aeropuerto sin aviones recibe la gran tajada de los presupuestos destinados a la Comunidad. En justicia, no lo entiendo: hemos visto pueblos sin su boticario; municipios con laboratorios cerrados y grandes ciudades con el 30% de las farmacias abiertas. Por lo cual, es fácil entender que siga sin comprender lo que pasa porque no nos damos cuenta que quienes sufren las consecuencias son los mayores. Los héroes que mantienen a las familias necesitadas con sus humildes pensiones. Esos hombres y mujeres que destinan su tiempo a recoger a los nietos del colegio o esas abuelas que se preocupan de llevarlos al médico. En suma, los jubilados que aún no han alcanzado la jubilación. En fin: ¿por qué será? Sencillamente porque los farmacéuticos se han cansado ─ante la morosidad del Consell─, y han decidido, en justicia, cerrar indefinidamente desde el pasado lunes, 05 de noviembre de 2012, lo que viene a ser el tercer cierre que se lleva a cabo desde que los boticarios percibieron –verano de 2011- que la Generalitat no pagaba la deuda y tenían que pedir créditos bancarios para abastecer al pueblo. Ahora bien, cuando uno pasea por la calle y ve la farmacia cerrada con cartel que dicen: “La Administración no nos paga”. Se entiende la determinación de los farmacéuticos. En cambio, se echa de menos otro cartel que diga: “Disculpen las molestias” dirigido a los usuarios de productos farmacéuticos. Porque es cierto que muchas veces asistimos a la botica por tontería –hay que reconocerlo. Pero, no es menos cierto, que la mayoría de veces se hace por necesidad. Por lo que creo que los usuarios también sufren la crisis y lo menos que se merecen es un simple reconocimiento.

Aunque los motivos farmacéuticos sean comprensibles por todos –no se puede soslayar que se les debe 230 millones por recetas dispensadas desde mediados del mes de abril. No obstante, los boticarios tenían puestas todas sus esperanzas en el Fondo de Liquidez Autonómica -por si llegaba algo de dinero-. Pero se vinieron abajo cuando descubrieron, la semana pasada, que el rescate autonómico solo serviría para pagar una de las cinco facturas y media que aún debe Sanidad y, mientras tanto, el Molt Honorable President –superado por las circunstancias- Sigue esperando la llegada de Mr. Marshall cuando decía: “Estamos hablando con el Gobierno para que podamos encontrar instrumentos que nos permitan pagar no sólo a las farmacias sino también al resto de proveedores que son bastantes más que los boticarios”. Esto recuerda la cinta: Bienvenido Mr. Marshall… “Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación; y como os debo una explicación, os la voy a dar”. “Pues, como alcalde vuestro que soy (…) os la voy a pagar”…, Sr. Fabra, espero haya visto la obra cinematográfica y deje de sentirse como Alcalde de Villar del Río.


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