
"Pensiones: la esencia de nuestro proyecto"JORGE ESPÍ Secretario General de L'Alacantí. Diario INFORMACIÓN: 19-11-05
Hace ya algunos años, un Gobierno socialista presidido por Felipe Gonzálezgeneralizaba el derecho a las pensiones como unos años atrás había hechocon la asistencia sanitaria. Para aquellas personas que no cotizaron losuficiente al Retiro Obrero, Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez o ala actual Seguridad Social, se abría una puerta a la esperanza: se lesreconocía el derecho a percibir la pensión no contributiva, cuando suunidad familiar carecía de ingresos suficientes. Probablemente muchos deellos trabajaron largas épocas, pero el patrono de turno dejó de pagar loque debiera abonar por ellos o simplemente no los tenía dados de alta;pero dado que corrían tiempos de transición de la dictadura a unademocracia, la prudencia aconsejaba olvidar, perdonar e iniciar nuevoscaminos sin rencores. Ambas actuaciones: el derecho a ser atendido cuandose está enfermo y a envejecer dignamente con unos recursos mínimos son,probablemente, los dos actos de patriotismo más importantes llevados acabo en la España del siglo XX, muy por encima de aumentar de tamaño lasbanderas o de negar a las autonomías el derecho constitucional a mejorarsu capacidad de autogobierno dentro del Estado español.Ha sido necesarioque llegase un nuevo Gobierno socialista presidido por José Luis RodríguezZapatero, para que de la mano de su ministro Jesús Caldera tomase comoactuación prioritaria elevar de nuevo el poder adquisitivo de nuestrosmayores. Ya en el primer presupuesto que se elaboró, el de 2005, laspensiones mínimas subieron por encima del 11% sin más sacrificio quedestinar a mejorarlas los millones que el ejecutivo de Aznar a través desu ministro Eduardo Zaplana había gastado en campañas encargadas a susamigos para anunciar los aumentos anuales. En esta ocasión todos losrecursos se destinaron a pensiones y ninguno a publicidad, los afectadospercibieron de inmediato el cambio de actitud en su nómina mensual. En lamisma línea, se ha anulado la incompatibilidad que existía entre laspensiones SOVI y las de viudedad, por lo que muchísimos/as españoles/asverán aumentado de forma notable su poder adquisitivo. También se acordóconceder una pensión a los llamados «niños de la guerra», que como todo elmundo sabe fueron llevados a otros países para ponerlos a salvo, tras elgolpe de Estado del general Franco que propició la triste contienda entrehermanos de 1936. Para el próximo ejercicio presupuestario, las pensionesmás bajas subirán el doble que la media, continuando el camino que llevaráa los 600 euros como mínimo, a final de legislatura, para los pensionistascon cónyuge a cargo.En estos momentos el estado económico de nuestro sistema de SeguridadSocial es boyante. En nuestra provincia, a pesar de liderar el crecimientode paro por la nefasta política de la Generalitat en sectores como elcalzado y el textil, somos 638.738 afiliados en alta en la SeguridadSocial a 30-9-05, generando unos ingresos por cuotas de 230.515.380 euroscon unos pagos por pensiones y prestaciones de 139.817.433 euros.Aprovechemos pues el momento para profundizar en ese objetivo de mejorarel bienestar de nuestros mayores, plenamente convencidos de que ese es unestandarte que debe enarbolar un Gobierno progresista, frente a lapolítica de especulación sobre el ladrillo que caracteriza la actuación dela derecha que, muy a nuestro pesar, nos gobierna en Alicante y en laComunidad Valenciana.
Hace ya algunos años, un Gobierno socialista presidido por Felipe Gonzálezgeneralizaba el derecho a las pensiones como unos años atrás había hechocon la asistencia sanitaria. Para aquellas personas que no cotizaron losuficiente al Retiro Obrero, Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez o ala actual Seguridad Social, se abría una puerta a la esperanza: se lesreconocía el derecho a percibir la pensión no contributiva, cuando suunidad familiar carecía de ingresos suficientes. Probablemente muchos deellos trabajaron largas épocas, pero el patrono de turno dejó de pagar loque debiera abonar por ellos o simplemente no los tenía dados de alta;pero dado que corrían tiempos de transición de la dictadura a unademocracia, la prudencia aconsejaba olvidar, perdonar e iniciar nuevoscaminos sin rencores. Ambas actuaciones: el derecho a ser atendido cuandose está enfermo y a envejecer dignamente con unos recursos mínimos son,probablemente, los dos actos de patriotismo más importantes llevados acabo en la España del siglo XX, muy por encima de aumentar de tamaño lasbanderas o de negar a las autonomías el derecho constitucional a mejorarsu capacidad de autogobierno dentro del Estado español.Ha sido necesarioque llegase un nuevo Gobierno socialista presidido por José Luis RodríguezZapatero, para que de la mano de su ministro Jesús Caldera tomase comoactuación prioritaria elevar de nuevo el poder adquisitivo de nuestrosmayores. Ya en el primer presupuesto que se elaboró, el de 2005, laspensiones mínimas subieron por encima del 11% sin más sacrificio quedestinar a mejorarlas los millones que el ejecutivo de Aznar a través desu ministro Eduardo Zaplana había gastado en campañas encargadas a susamigos para anunciar los aumentos anuales. En esta ocasión todos losrecursos se destinaron a pensiones y ninguno a publicidad, los afectadospercibieron de inmediato el cambio de actitud en su nómina mensual. En lamisma línea, se ha anulado la incompatibilidad que existía entre laspensiones SOVI y las de viudedad, por lo que muchísimos/as españoles/asverán aumentado de forma notable su poder adquisitivo. También se acordóconceder una pensión a los llamados «niños de la guerra», que como todo elmundo sabe fueron llevados a otros países para ponerlos a salvo, tras elgolpe de Estado del general Franco que propició la triste contienda entrehermanos de 1936. Para el próximo ejercicio presupuestario, las pensionesmás bajas subirán el doble que la media, continuando el camino que llevaráa los 600 euros como mínimo, a final de legislatura, para los pensionistascon cónyuge a cargo.En estos momentos el estado económico de nuestro sistema de SeguridadSocial es boyante. En nuestra provincia, a pesar de liderar el crecimientode paro por la nefasta política de la Generalitat en sectores como elcalzado y el textil, somos 638.738 afiliados en alta en la SeguridadSocial a 30-9-05, generando unos ingresos por cuotas de 230.515.380 euroscon unos pagos por pensiones y prestaciones de 139.817.433 euros.Aprovechemos pues el momento para profundizar en ese objetivo de mejorarel bienestar de nuestros mayores, plenamente convencidos de que ese es unestandarte que debe enarbolar un Gobierno progresista, frente a lapolítica de especulación sobre el ladrillo que caracteriza la actuación dela derecha que, muy a nuestro pesar, nos gobierna en Alicante y en laComunidad Valenciana.
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