El grupo socialista mostró ayer su rechazo a la medida anunciada por el concejal Andrés Llorens «consistente en la contratación de vigilancia privada para actuar contra los actos vandálicos en la ciudad», según indicó el PSOE.
«Desde el grupo socialista no se entiende que no se amplíe el número de plazas de la Policía Local para luchar contra los actos vandálicos», según dijo el concejal Jorge Espí. «En lugar de eso, el Ayuntamiento genera plazas de controladores de trafico que no son policía y que ahora van a reglamentar». En opinión del edil del PSOE, «el Ayuntamiento quiere justificar su incapacidad con contratas privadas, cuando su responsabilidad es adecuar un servicio de Policía Local que funciona, pero que hay que dotar de más medios, de más personal y de planificación». Espí cree que el culpa es, principalmente, de «la falta de coordinación por parte de Pablo Suárez, conocido como el concejal ausente es la raíz del problema». En realidad, ausente o no, es delegado y no concejal.
Espí añadió que «antes de gastar dinero público contratando un servicio privado como si la seguridad pública fuese una discoteca o un ente privado ajeno, el PSOE propone dos fórmulas muy sencillas: durante el día, Policía de Barrio, y por las noche, la figura de los serenos, que planteamos ya en nuestro programa electoral y que sería un servicio ofertado desde el Ayuntamiento, que generaría más empleo ya que se contrataría a parados, más servicios a los ciudadanos y más sensación de seguridad».
Además, el concejal del PSOE aseguró que «el señor Llorens quiere generar una sensación de inseguridad con la contratación de empresas ajenas al Ayuntamiento que probablemente al final acabaran adjudicando a dedo».
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