El copago: “Nadie elige ponerse enfermo”.

Estamos asistiendo una vez más y como espectadores al último gran debate público, el copago. Ahí esta encima de la mesa y todo debido a que en Cataluña, se ha contemplado cobrar “un euro por receta médica”, una nueva fórmula de copago sanitario, en la sanidad pública. Y es que no podemos olvidar que ya existe un importante pago a través de impuestos y directamente en farmacia: la aportación en farmacia es del 40 % para las personas activas y del 10 % para los pacientes con enfermedades crónicas. Es decir actualmente ya estamos pagando por la sanidad, no nos la están regalando como quieren hacer ver algunos iluminados. Es más, las empresas privadas del sector tienen un gran interés en que se abra este tema, no pienso que sea precisamente por ser un sector deficitario. De las modalidades propuestas tenemos desde la de Cataluña que es una realidad con los votos de CIU y la abstención del PP. A las propuestas que se han escuchado estos días en los medios de comunicación: Desde la introducción de un ticket moderador (1 ó 2 euros) para ser atendido por el médico de cabecera y el pediatra. Cobro de una tasa en urgencias, si el médico que presta asistencia considera que el motivo “no es urgente”(eso es trasladarle al médico el ” ius cobrandis “ de la administración). Cobro de un porcentaje mínimo en farmacia a los pensionistas. No cubrir ciertas prestaciones sanitarias . Para recibirlas se debería pagar aparte, o suscribir una póliza de seguro con una empresa privada (como actualmente la salud buco-dental, la podología, ..). sin ir más lejos recientemente el Conseller de Sanidad de la Comunidad Valenciana propuso en Alicante la supresión del servicio de los centros de salud en Sábado, algo que hubiese colapsado los servicios de urgencia, menos mal que dieron marcha atrás. Los motivos por los que no se debe implantar el copago o repago son obvios nadie escoge estar o ponerse enfermo. Tampoco nadie elige el tener un accidente. Por ello con estas medidas se incrementará más la desigualdad existente en estos momentos ( Es volver a la etapa de la revolución industrial).Además los servicios públicos gratuitos suponen un factor redistributivo de rentas de los ricos a los pobres si se financian a través de los impuestos (siempre y cuando, éstos sean siquiera mínimamente progresivos, como es el caso del IRPF) pues el acceso es universal -para ricos y pobres- pero si los ricos pagan más en forma de impuestos, está teniendo lugar una redistribución a favor de los trabajadores. Con el copago se reduce esa acción redistributiva y se acentúa por lo tanto la desigualdad, que en España es ya de por sí muy elevada. Soluciones hay muchas, la más básica es el aplicar el Impuesto de Patrimonio, que ha supuesto dejar de ingresar precisamente lo que le pide ahora en Bruselas a Mariano Rajoy. Su restablecimiento sólo para los 47.614 contribuyentes que declaran un patrimonio individual superior a 1,5 Millones de €, supondría un ingreso para las arcas públicas de la cantidad suficiente para evitar el “repago”.