Ver una estructura completamente
terminada; que ya está ejecutada en su totalidad y, que comunicará
el Centro de Alicante con la cercana localidad de San Vicente, es
realmente un gozo. Pero, cuidado, resulta que está vacía; lo mismo
que el aeropuerto de Castellón. ¡Sí!, ese mismo, el que sigue sin
aviones. Lo mismo que la estructura que está sin tranvías.
Pues bien, la longitud de
esta línea de 9,03 kilómetros aproximadamente, de los cuales, 7,42
Km se destinarán a prestar servicio exclusivo; propiedad que, a su
vez, compartirá 1,61 km de infraestructura con las líneas 1 y 3
TRAM Alicante; haciendo coincidir con el túnel que atraviesa el
centro de la ciudad entre las estaciones, Luceros y Museo
Arqueológico, me resulta interesante al pensar en los ciudadanos
cuando se preguntaran: ¿por qué no funciona la línea?; ¿para qué
se ha gastado tanto dinero en ella? y ¿cuánto cuesta mantener una
gran infraestructura sin que sea utilizada? Por todo lo cual, sería
interesante ofrecer algunas respuestas: por ejemplo, para algunas
preguntas sí tenemos respuestas y sabemos que la Generalitat, a
través de Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana (FGV), adquirió
la cantidad de seis tranvías por un montante de 19 millones de
euros, y al no haber adjudicado la Línea 2 a un operador privado, la
Generalitat deja de ingresar 63.340 euros mensuales. Aunque, por otra
parte, la cuestión se preveía porque: en el primer año de
funcionamiento se registrarían 393.291 viajeros mes; lo que
supondría una recaudación de 345.703 euros aproximadamente, según
la ATP, entidad que sostiene que "entre el coste de
amortización de los tranvías y lo que se deja de ingresar por
viajeros, porque no funcione la línea 2, tiene un coste mínimo de
409.043 euros mensuales". Es decir, se están perdiendo la
friolera de 13.634 euros diarios. Pues si la obra ha costado más de
100 millones de euros qué se está haciendo con la infraestructura.
Lean ustedes y juzguen:
si la obra se empezó el martes 5 de diciembre de 2006 y hoy nos
encontramos a 30 de mayo de 2012; y nadie sabe, a ciencia cierta,
cuándo se adjudicará la concesión. Porque, el proceso de
contratación ─basado en la figura del diálogo competitivo.
Consistente en la creación de una sociedad mixta entre una empresa
privada y FGV para gestione las prestaciones del servicio público
(dicho modelo de contratación se utiliza cuando se trata de
contratos que tienen un objeto complejo) La Administración conoce
bien sus necesidades y requiere la colaboración de empresarios para
determinar y definir los medios que resultan más adecuados para
satisfacer a las partes. Pues, una vez abierto el procedimiento de
contratación, se darán a conocer las necesidades y los requisitos
que ella conlleva, identificando en la convocatoria los criterios
objetivos que utilizará para adjudicar el contrato. Y después de
analizar las solicitudes que hayan manifestado su interés por el
concurso; la Administración invitará a las empresas a que
participen en la fase de diálogo que tras analizar las distintas
ofertas adjudicará el nuevo contrato, según criterios fijados en la
licitación, con el objetivo de lograr una mayor eficiencia en la
prestación del servicio. Por lo tanto, me pregunto: ¿por qué no lo
gestionan directamente la Generalitat? ¿Tan difícil resulta que la
Línea 2 –esa misma que dicen que ingresará más que ninguna-, y
la que más pasajeros ofrecerá, por qué no la gestiona nuestra
Administración? ¿A quién o quienes se quiere beneficiar?
Pero volviendo al meollo
de la cuestión: ‹‹L2›› Un deseo llamado tranvía. Sostenido
suspense que no recibe trenes; no expende billetes y no recoge
pasajeros ¿para qué se quiere?, y la gente pasa y mira la “cosa”
como si fuera algo; eso que espera la llegada de un buen día para
ver algo más, simplemente, un deseo llamado tranvía.
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