martes, mayo 15

LA CAM: CAMAROTE DE LOS HERMANOS MARX.



Estos días no he podido evitar la tentación de leer, escuchar e incluso de comentar con los amigos la comisión de investigación de la cam. Y para poder entender lo que allí sucedió os recomiendo que veaís en Internet esta escena maestra del cine que nos puede dar a entender un poco, que sucedió allí ( http://www.youtube.com/watch?v=-lPZhdOLBTc ). La mujer que al final abre la puerta, en sentido figurado, es el Banco de España, el resto ya lo conocen ustedes. ¿Que le hizo abrir la puerta?, pues la sospecha de los nuevos administradores del balance de resultados del primer trimestre de ese año, con unas ganancias de 39 millones de euros. Ese balance no estaba auditado, como tampoco el correspondiente al segundo trimestre. A día de hoy sabemos que la deuda era millonaria.

Eso si ninguno, ni presidente, ni ex-vicepresidentes de la entidad, se enteraban de nada, eso dicen en la mencionada comisión. ¿Cómo es posible que pudieran cobrar hasta 300.000 euros por presidir sociedades participadas? (son cantidades que seguramente ningún Alicantino tendremos nunca en nuestras manos, salvo que nos toque un día todos los juegos de azar juntos) por estar sordos, ciegos o mudos. Lo más curioso es que tampoco se acuerdan de haber aprobado esta cantidad en consejo alguno...es decir que vienen a insinuar que se falsificaron actas, consejos...es como si hubiesen perdido la memoria. Incluso están abriendo nuevos precedentes dentro del derecho español, ser miembro de un consejo de administración es equivalente a no tener responsabilidad civil, penal , mercantil...

Volvamos al camarote, ¿era el ex-director general quien dejaba entrar todos estos negocios ruinosos en la cam?...Recordemos que la antesala de la intervención, López Abad y otros cuatro altos ejecutivos se aseguraron un dorado retiro con elevadas pre-jubilaciones (12,8 millones de euros en total). La sucesora de López Abad, la empleada María Dolores Amorós, no quiso ser menos y se puso un sueldo de 600.000 euros al año y una pensión vitalicia de 370.000. Todo ello sin contar con el visto bueno de los órganos de la entidad (eso dicen ahora), pero si con el beneplácito del entonces presidente de la caja, Modesto Crespo, más ocupado en atender las urgencias de su mentor, Francisco Camps, que de los requerimientos del Banco de España. El resto de miembros del consejo cuentan ahora que se mantuvieron pasivos, porque los informes técnicos eran favorables. Esperemos que el expediente abierto por parte del Banco de España a 47 consejeros y directivos de la entidad resuelva esta incógnita, recordemos que podría suponerles multas de hasta 800.000 euros, a cada uno.

Los Alicantinos no podremos olvidar que estos consejeros y sus directivos, con su gestión, han hecho desaparecer parte de nuestra historia. Porque, quién sufre estos desmanes, son los más débiles, aquellos pequeños ahorradores, que les aconsejaron en su oficina, que cambiaran su plan de pensiones, o sus ahorros, por participaciones preferentes y otros productos "tóxicos" de la entidad . En plena crisis económica no podrán olvidarles nunca.

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