El
Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV), publicaba la
remodelación del Gobierno valenciano anunciada por el presidente de
la Generalitat, Alberto Fabra, que reduce de diez a ocho el número
de consellerias. Es decir, el documento incluía el agradecimiento
als Conselleres salientes por los servicios prestados. Aunque nuestra
Comunitat, no solo precisa cambiar als Consellers, lo que necesita es
un cambio, una permuta profunda, absoluta y radical que empiece a
sacar del profundo pozo en el que nos ha hundido el Partido Popular.
Pues mientras no se produzca ese cambio seguimos igual de sumergidos
en el hoyo más profundo y sin la oportunidad ver luz al final del
laberinto.
En
cuanto a las novedades, curiosa y sorprende ha sido lo de Bienestar
Social, Asunción Sánchez Zaplana, a quién Zaplana felicitó su
nombramiento, es la primera edil de Alicante que ostenta una
conserjería y eso hace que tenga un doble valor. De su trabajo,
realizado en esa misma área, hay que destacar sus funciones en
Bienestar Social, con dos secretarías autónomas, que se encargaban
de las políticas de prestación social, servicios, dependencia,
discapacitados, familia, menores, adopciones, juventud, mujer,
cooperación al desarrollo e inmigración, no ha estado nada mal. No
obstante, se ha dicho:
Fabra "TE
HA TOCADO LA MÁS FEA". Así se ha referido el nuevo Conseller
de Hacienda y Administración Pública, Juan
Carlos Moragues,
que sustituye a Vela (al que le ha comentado "te ha tocado la
más fea"). Realmente creo que se equivoca, y será Asunción
Sánchez a quien le toque, eso sí, bailar con la más fea; porque en
realidad se encontrará con la alargada sombra de Rafael Blasco que
deja un legado en tela de juicio y que la Generalitat ha realizado en
lo social y las Ong's.
Pues hay que decir que la consejería que asume la alicantina se
encuentra en tela de juicio debido, y sobre todo, a las subvenciones
concedidas y que contaban con la aprobación y apoyo de Sr. Blasco,
que atendiendo al cargo político, favoreció la aprobación de
proyectos que impuso a través de terceros -cargos de la Dirección
General de Cooperación-, en una trama que captó cerca de 6
millones de euros destinados para ayudar al tercer mundo, según
consta en sumario, ayudas subvencionadas y concedidas por el Gobierno
valenciano para tratar y abastecer de agua para el consumo humano y
la producción de alimentos para Nicaragua.
Sin
embargo, todos los bienes sociales destinados, presuntamente, a la
compra de bienes inmuebles en la ciudad del azahar. Evidentemente,
queda muy lejos del pueblo de Nicaragua.
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