Carlos
Vegas ha sido el
primer juez que se ha negado a aplicar las tasas judiciales. El
magistrado, titular
del Juzgado Social número 1 de Benidorm
-más conocida como la ciudad de
los “SKYLINE”-
Se
encuentra como el irreductible poblado “ARMÓRICA”
resistiendo, sin poción mágica, los embates del “César”
Gallardón. No sabemos si el magistrado quedará como el
irreductible pueblo de la “GALIA” o, por el contrario, si a la
iniciativa se sumarán (jueces, magistrados, secretarios y fiscales),
o sea, más juzgados o, tal vez, puede quedar como Sancho Panza, en
la ínsula de “BARATARIA”, con su resolución magistral,
principio básico del derecho natural, a la ley de cruzar el puente.
Por lo que se ha de subrayar que Vega ha sido el primer juez en
hacer pública su decisión -no aplicar la nueva Ley de tasas
judiciales- Canon impulsado por el inefable Ministro de Justicia,
Sr. Gallardón.
Esta
ley que el magistrado considera, abusiva y desproporcionada, se le ha
de añadir que curiosamente ha sido en nuestra provincia donde se ha
producido la primera insumisión. Aunque, por otra parte, es normal
que suceda por estos lares, caso concreto del juzgado de Benidorm, si
observamos el retraso que sufren las sentencias: 1900 asuntos cada
año, y es que la nueva normativa, según algunos, vulnera el derecho
de los ciudadanos a recibir una tutela judicial efectiva. Por
ejemplo, en derecho social se ha introducido una enmienda que
bonifica con un 60% a los trabajadores, como se puede apreciar, a
estos profesionales no se les aplica la norma dictada por la ley de
justicia gratuita porque se han olvidado de los beneficios que arroja
la Seguridad Social. Beneficios que no sólo afecta a la clase obrera
sino que también alcanza a las viudas, huérfanos, parados,
funcionarios y jubilados aunque estos colectivos aún no han
pronunciado. No obstante, se debe tener en cuenta que la fórmula de
“TASAZO” se podría haber evitado si observamos la figura del
mediador –silueta que ha pasado desapercibida-, porque el
Reglamento Verde de los mediadores no se ha abordado de manera seria.
Es decir, la mediación es la manera más adecuada para dinamizar las
actuaciones sociales, mercantiles y civiles porque está exenta de
tasas y, en estos momentos de crisis, es donde se centran los
procesos judiciales y es que para resolver los conflictos
amistosamente no se necesitaría mucho porque ahorraría no sólo
dinero a las arcas judiciales sino a los contribuyente que han
contemplado la subida del IVA e IRPF y han pasado a observar cómo
sus pensiones han mermado y su paga extra de Navidad se ha evaporado.
Aunque, sin entrar a valorar los datos más escabrosos de la crisis,
hay que significar los 110.000 divorcios que se ha producido en lo
que va de año o el incremento del paro que ha alcanzado cuotas
inimaginable hace tan sólo 5 años.
En
conclusión: Unus
pro omnibus, omnes pro uno,
como dicen es Suiza, porque en casa dicen nada.
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