Una vez más ha llegado
FITUR y, como todos los años, nuestras autoridades se desplazan
hasta la Capital para promocionar las bondades de la tierra. Porque,
a diferencia de otros años, la afamada fiesta del turismo se ha
convertido, para algunas ciudades, en la feria de los dislates. Es
decir, las bondades que deberían haber ofrecido no han hallado
acomodo por no encontrar, no aparecer y no figurar el nombre de la
ciudad. Designación que, el pasado sábado, me permití anunciar en
mi “facebook” convocando un concurso de dibujo
donde los ciudadanos pudieran trazar el nombre de su ciudad:
Alicante. Así mismo, añadí un programa informático para facilitar
la labor pictórica y animé a que los participantes llevaran su obra
hasta nuestro stand capitalino… Pero –horror- Alicante no estaba
allí ¿qué ha pasado pues?
Muy sencillo, la Sra.
Castedo ordenó –efectivamente- que se pusiera el nombre de
Alicante en el stand. Pero, eh ahí la fatalidad, un Conseller –y
vaya Vd. a saber quién- lo quitó, los frustró y declinó la orden
ninguneando a la Primera Edil. Por lo tanto se ha de entender que –la
innombrable ciudad no existe, no está y no aparece- No es de recibo
que nuestra Alcalde consienta semejante desautorización porque, en
ocasiones, es preciso montar guardia con spray de pimienta para
evitar amenazas o con spray de pintura para dibujar las palabras.
En cambio y tras la
curiosa observación nace la inevitable pregunta: ¿qué hizo la
oposición? Pues, aunque parezca mentira, la concejal Elena Martín
–lejos de defender la imagen de Alicante-, se le ocurrió la
brillante idea de señala, criticar y pedir la dimisión de su
propio vocero, es decir, del portavoz del pesoe porque, al
parecer, ejerció su profesión galena en Elche o que el Secretario
General, de los afiliados alicantinos, se presentó a elecciones por
otro partido antes de pertenecer a las filas del psoe –como
si la actuación fuera un delito- Sin embargo no se le ocurrió, a la
aventajada edil, agitar ningún cartel, pancarta o similar donde se
pudiera dignificar la palabra (I love Alicante), y colocarlo
en el stand donde no lo podrían quitar ni siquiera los GEOS. Por lo
tanto, y en virtud de los acontecimientos, queda claro
que se empiezan a vivir seriales que no se sabe muy bien quien
escribirá los guiones –si Berlanga o Tarantino- donde se
escribirán y escucharan disparates y dislates. Por qué, llegados a
este punto, es justo preguntar ¿para qué están los representantes
públicos? Para pelearse entre ellos o para defender los intereses de
la ciudad. Cuestión que sería interesante desvelar. Obviamente, se
ha de entender que los del pp trabajan en contra su Alcaldesa
y los del psoe agreden a su Portavoz y Secretario General...,
en la extraordinaria cinta dirigida por Tom Hooper… “los
miserables”.
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