Empieza un nuevo curso político

Una vez más y después de cumplido el episodio estival empieza el curso político. Aunque para mí este nuevo arranque de ejercicio lo asimilo a lo ocurrido en la localidad de Alcoy por tener una interesante similitud con el caso Sedano: -¡recuerdan aquel caso que ya en su tiempo se vivió con Sanus!- Pues, en ambos, los dos dirigían el partido. Eran ex-alcaldes, y que con ellos se fueron las personas más fieles, las que realizaron un gran espectáculo. En este caso concreto Mario Santacreu y también Rafael Sanus acompañaron al ex alcalde a ocupar el grupo de no adscritos, por lo que nace la pregunta… ¿Qué lleva a estos hombres a tomar estas decisiones? Está muy claro: no les dieron muchas alternativas. Si bien, el carácter de José Juan Zaplana –mi compañero de tertulias en la Cope a quien le tocó hacer de mediador- Suele ser una persona dialogante en el trato pero no lo veo lidiando con estos asuntos porque cuando se habla de exclusivas y, en concreto, cuando las exclusivas se las quieren quitar a unos para dárselas a otros. El partido ofrece una imagen confusa porque parece que va a entrar en barrena aunque nunca se piensa que el Portavoz de un Partido como el PP, a la postre presidente del mismo partido va a terminar en el grupo de los no adscritos, porque cuando unos compañeros del mismo partido presentan una moción de censura en toda regla -con firmas contra su portavoz y presidente-, se transmite a la sociedad la sensación de que el diálogo se ha convertido en batalla y ésta se ha transformado en guerra; una contienda que durará lo que marca un mandato o legislatura.

Por todo lo cual, en el PSOE también ocurre: el pasado viernes empezó un despliegue similar en las instalaciones lúdicas de las antiguas cocheras de tranvías, ubicadas en el barrio de la Florida y concretamente en la calle Fernando Madroñal, donde el PSPV comenzaba el nuevo curso político con una cena a la que asistieron entorno a 1200 personas para dar el necesario empuje a la candidatura de Ximo Puig y trasmitir a la sociedad alicantina que hay voluntad de cambio y nuevas perspectivas de futuro. Pero…, como en el caso de Alcoy, los tambores de guerra y el ruido de sables empezaron a cernirse sobre Elena Martín quien, de momento, salva el tipo y el puesto que ocupa en la actualidad como portavoz en el Ayuntamiento. La reacción no se hizo esperar, ese mismo viernes se presentaba a la Ejecutiva Local una propuesta de integración ofreciendo a una persona para que se constituyera en la dirección. Pero el lunes siguiente la sociedad se desayuna, por las noticias locales, que a Elena Martín la relevaban de la Portavocía del grupo municipal. Aunque, esa misma tarde, desde la Ejecutiva Local sale una nueva propuesta integradora donde Elena Martín se mantiene en su cargo a cambio de asumir en la dirección del Grupo Municipal a dos personas de la máxima confianza del actual Secretario General… No sabemos, muy bien, si la batalla ha terminado o la guerra no ha hecho más que empezar. Pero lo que sí es posible aventurar que estas mesnadas están pasando más desapercibidas que las anteriores. La sociedad no las entiende porque no encuentra soluciones ni computaciones reparadoras a sus problemas, tanto es así, que las nuevas medidas del gobierno son nuevos hachazo a las expectativas de los ciudadanos que se bifurcan al ven como su vida pasa sobre las aguas de la desesperación porque cada día que trascurre su nivel adquisitivo disminuye y sus familias pasan, sin piedad, a engordar las largas listas del paro después de haber vivido la experiencia laboral que ofrece el estío en un país de servicios. En conclusión: como en los reinos de taifas.